Congregación Dominicas de Santa Catalina de Sena, primera comunidad religiosa femenina de origen colombiano, es un instituto religioso de vida apostólica, de derecho pontificio, fundado por el Padre Saturnino Gutiérrez Silva -de la Orden de Predicadores- y por la Madre Gabriela Durán Párraga, en Villa de Leyva, Boyacá, el 18 de febrero de 1880.
El fin de la Congregación es el servicio a la Verdad por el testimonio de la vida y por la palabra, mediante la educación en su más amplio sentido y la asistencia en el campo de la salud, imitando a Santo Domingo de Guzmán, a Santa Catalina de Sena y a los padres Fundadores, en la permanente búsqueda del bien espiritual y del servicio al prójimo.
En el núcleo de su carisma fundacional, la Congregación se distingue por su especial atención a los más necesitados, su compromiso inquebrantable con el desarrollo integral de la mujer y su apertura receptiva a los signos de los tiempos. Mediante una labor pastoral comprometida, la Congregación fomenta formas de respuesta más pertinentes a las exigencias de la Iglesia y del mundo, demostrando así una firme disposición de servicio al Evangelio.
La Congregación de Dominicas de Santa Catalina de Sena, por tanto, asume desde sus orígenes los elementos esenciales de la espiritualidad dominicana y los expresa con características propias, de acuerdo con la vivencia de sus mentores y a las diferentes circunstancias de tiempo y lugar, donde desarrollan su labor.
Actualmente la Congregación está presente en Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Brasil, Cuba, Costa Rica y México las cuales se dedican a obras educativas, casas de gobierno, hogares, instituciones de salud, obras de evangelización, casas de convivencia, hogares de hermanas mayores, casas de acogida, casas de formación y centro de convenciones.